miércoles, 15 de diciembre de 2010
domingo, 28 de noviembre de 2010
Bartleby
viernes, 26 de noviembre de 2010
55
martes, 23 de noviembre de 2010
para Elisa
lunes, 22 de noviembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
miércoles, 3 de noviembre de 2010
sábado, 30 de octubre de 2010
hablar
miércoles, 20 de octubre de 2010
domingo, 17 de octubre de 2010
distribuidor, ra
jueves, 14 de octubre de 2010
desayuno y cena
martes, 12 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
au revoir
domingo, 3 de octubre de 2010
HB
34 no se cumplen todos los días, pero los 90 no se superan en todas las vidas. (no es grafito, nunca podría)
miércoles, 29 de septiembre de 2010
lunes, 20 de septiembre de 2010
viernes, 10 de septiembre de 2010
objetivo
martes, 7 de septiembre de 2010
sábado, 4 de septiembre de 2010
sábado, 28 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
empleo
martes, 10 de agosto de 2010
bis
Su actitud parasitaria la sacaba de quicio, era descuidado, descortés y egoísta, entraba y salía a su antojo en casa ajena y lo peor para ella era que tenía unos horarios insostenibles y dedicaba toda la noche a gritar de esa forma que solo ellos saben hacer, moviéndose nervioso y con dudoso sigilo de un lado a otro de la casa.
sábado, 7 de agosto de 2010
cordar
Manos agitándose y un bache que en aquel momento le pareció que nunca volvería a hacerla tambalearse. Una ranchera cargada hasta los topes (sobretodo de recuerdos) cruzaba el puente de la Unión dejando atrás un skyline de sobra conocido y alguna cosa que se movía dentro de él. Le hubiese gustado que Springsteen pusiese la banda sonora de ese momento -eso le permitiría recordarlo con más ternura y sobre todo con más dignidad, y quizá incluso al hacerlo mostraría esas arruguitas que parten del rabillo del ojo cuando se sonríe sinceramente- pero lo cierto es que sonaba La oreja de Van Gogh y en aquel momento no le importó demasiado.
lunes, 26 de julio de 2010
sábado, 24 de julio de 2010
bienvenida
lunes, 12 de julio de 2010
domingo, 4 de julio de 2010
ser pertinente
viernes, 2 de julio de 2010
contusión
lunes, 28 de junio de 2010
balance
jueves, 24 de junio de 2010
. de partida
sábado, 19 de junio de 2010
miércoles, 16 de junio de 2010
calificar
jueves, 10 de junio de 2010
al cuello
sábado, 29 de mayo de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
miau
domingo, 23 de mayo de 2010
cactoo
jueves, 20 de mayo de 2010
perlas
martes, 18 de mayo de 2010
ida y vuelta
jueves, 6 de mayo de 2010
había caído el telón, fin del acto comunicativo
domingo, 2 de mayo de 2010
exceso
viernes, 23 de abril de 2010
mazmorras
martes, 20 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Blancanieves ya lo sabe
domingo, 11 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
sobrexpuesta
En los últimos años había pasado largos ratos observando, cómodamente sentada, a personas que transitoriamente recorrían (habitualmente de forma circular) una estancia de pequeñas dimensiones.
De vez en cuando la visitaba alguien conocido y este acostumbraba a ser un momento algo más agradable, pero ni siquiera era siempre así. Tal era la falta de de interés que comportaba la tarea que desempeñaba, que había comenzado (seguramente en un intento de alcanzar alguna emoción) a imaginar dicha estancia como una pintura en movimiento.
Se encandilaba con el desplazamiento de los pies de los visitantes, y había descubierto un extraño atractivo en el efecto espejado que resultaba al unir un suelo pavimentado con baldosas de color ocre escasamente pulidas y una iluminación direccional que le resultaba extremadamente molesta en las paredes. Había registrado en algún lugar de su cerebro cada uno de los elementos que, trasportados por los transeúntes, habían llegado a la sala para ser considerados suciedad.
De tant en tant le parecía escuchar aplausos y pájaros, y también la risa de unos niños, pero no tardaba en descubrir que todo aquello formaba parte de un simulacro que encandilaba a aquellos que no permanecían demasiado tiempo allí.
Todas aquellas imágenes la acompañaban allí a donde fuese. Hoy, al llegar a casa un slogan ha aparecido con asombrosa nitidez en su cabeza:
Una ciudad, un mapa, cuatro vértices, cuatro personas. Tras un segundo paralizada ha dejado las llaves sobre la repisa, ha colgado su chaleco y se ha quedado dormida en el sofá.
martes, 6 de abril de 2010
Inter vivos
viernes, 2 de abril de 2010
en compañía
domingo, 21 de marzo de 2010
posición
miércoles, 17 de marzo de 2010
des-fer
Este es uno de esos e-mails que podrían no enviarse, y aún diría más, es uno de esos que solo se envían porque las sonrisas, aunque baratas son escasas...
Hola chicas y Joan,
Esta mañana, justo al levantarme, una canción ha aparecido nítidamente en mi cabeza, la he tarareado en la ducha, y la he escuchado durante el desayuno... ahora no se bien si se trataba de un acto premonitorio o más bien de una nube gafe que me ha sobrevolado a lo largo de todo el día.
La canción era una clásico de Donatella Rettore y, por otro lado, una melodía del todo inusual en mi.
Hores d'ara la propongo como banda sonora de la exposición, esperando que en algunos años, al intuirla en el hilo musical de unos grandes almacenes, sonriamos recordando lo pánfilos que éramos.
Dammi una lametta che me taglio le vene...
lunes, 15 de marzo de 2010
re:
Estaba preocupada e inquieta. Creía y quería creer a su amiga cuando le decía que fuera de aquel lugar nadie le conocía, y mucho menos tenía en cuenta sus opiniones y criterios. Ella la animaba recordándole que los proyectos de vida son carreras de fondo, y que el tiempo podía acabar jugando a su favor, que conocía bien la estructura y que sabiendo la situación de las grietas que la hacen precaria podía acabar invirtiendo los roles en la trama. Aquello era cierto, pero en el fondo ambas sabían que aquello tenía más de utopía que de realidad.
lunes, 8 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
el primer cromo del álbum
Hace unas horas ha pasado a recoger a una amiga por la residencia en la que vive temporalmente. Allí, en una biblioteca que más parece comedor, ha ojeado los lomos de unos libros cuya utilidad parecía haber sido reducida a la función de ejercer peso (en el sentido más literal) sobre materiales diversos a fin de aplanarlos, ha tomado uno firmado por Joan Barril y lo ha metido discretamente (con toda la discreción que su inexperiencia en estas lides le permite) en su bolso. Ha salido de la residencia con su amiga y han ido a cenar.
Durante el postre le ha confesado el hallazgo y la travesura y juntas han descubierto que se trata del diario correspondiente al año en que ambas nacieron.
Inmediatamente ha buscado una fecha: 1/11/1987. A estas alturas para quienes la conocen, la pregunta que se hacía es obvia: ¿que pensaba Joan Barril el día que yo nací?
La respuesta es un tortazo al ego que la había dominado, pues excepcionalmente el diario se volvía semanario, y los días trascurridos entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre no fueron registrados. Al menos al día 13 de octubre (día en que su acompañante nacía) si le corresponde un relato que, como es habitual en Barril es capaz de hacer que la poética y la política sean una misma cosa que nadie dudaría en llamar literatura.