miércoles, 15 de diciembre de 2010

ausencia

El control era una capacidad cada vez más alejada de sus posibilidades, era evidente que no estaba de huelga...
Lo suyo se parecía más a una mudanza. No es que no estuviese a gusto, es sólo que encontró un lugar mejor.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Bartleby


Sabiendo que al día siguiente tendrían lugar unas controvertidas elecciones, fue muy descortés por parte de la almohada no respetar la jornada de reflexión, más aun alegando en tono de reproche los servicios de consejera prestados (con deleite y cierta frecuencia) hasta altas horas de la madrugada.

viernes, 26 de noviembre de 2010

55

Su marido era un hombre tremendamente apuesto, rubio, con los ojos oscuros, alto y fuerte, pero ahora es viuda.
Su hija era muy inteligente y muy parecida a su padre, pero hace mucho tiempo que no la ve.
Ella era artista, con una cara preciosa, y aunque insiste en la idea de que todavía se conserva de que de joven era igualita a la Montiel, lo que está claro es que Sara y ella evolucionan en la misma dirección.
Al margen de esto tiene una vida agradable, hace la compra, sale a pasear, mira a la gente... Los oscuritos no le gustan. No es que tenga nada en contra de ellos, es sólo que huelen mal.

martes, 23 de noviembre de 2010

para Elisa

En días como hoy se prepara, y justo antes de salir, frente al espejo ondulado del recibidor se acuerda de ella; y con ella de los sacacorchos, de los bocadillos, de los gases nobles, de los totems, de la levedad de la percepción sobre la calidez de las personas, de los abrazos, de las despedidas, de los consejos, de la natación, de la alimentación y de un golden retriever más amable en el recuerdo que en la realidad.
Sonríe, da marcha atrás en el pasillo, entra en la habitación y rebusca en el fondo del armario la camiseta verde abotonada, se la pone; y con la misma sonrisa rehace el camino. Sale de casa sin ninguna melodía en mente.

lunes, 22 de noviembre de 2010

+ de la cuenta

«Esta niña no está capacitada para estar viva. Deberia morir»

miércoles, 10 de noviembre de 2010

miércoles, 3 de noviembre de 2010

entrar

Finalmente las llaves entraron en razón y volvieron a abrir sin disputa previa.

sábado, 30 de octubre de 2010

hablar

Hasta el momento se creía empático y sus acciones -más que intensas- parecían corroborarlo; pero ya hacía un tiempo que todos pensaban que esa «capacidad» tenía más trazas de trastorno de personalidad múltiple que de cualquier otra cosa.
En niveles avanzados y a ojos de un amateur, estas dos deformaciones pueden llegar a confundirse, pero la diferencia es simple y clara: el nunca vio más allá de la superficie de su interlocutor haciendo, de cualquier pensamiento en torno al diálogo, mero ejercicio de autoanálisis.  

miércoles, 20 de octubre de 2010

regreso

Una sustancia invisible y embriagadora vuelve a su vida... podría ser el amor, pero tiene características más funcionales.

domingo, 17 de octubre de 2010

distribuidor, ra

No estaba en sus planes, pero uno no siempre elige cómo suceden las cosas. Ahora sólo le queda esperar a que el ladrillo visto vuelva a estar de moda.

jueves, 14 de octubre de 2010

desayuno y cena

El bizcocho de soletilla no es una galleta común.
Pretende ser dulce, y de hecho uno de sus lados está íntegramente cubierto por una espesa masa glasé, pero eso no impide que en realidad resulte más bien insípido y aunque es de espuma (aire enclaustrado que se expande y expande) no deja de sorprender que su consistencia sea tan dura. Su capacidad de absorción es uno de sus emblemas pero su resistencia en tal situación es asombrosa y, por mucho que se empapen, nunca dejan de estar secos. Con estas características sólo podrían ser alargados y estrechos ¿cómo sino lograría estar escribiendo sobre el ejercicio de la discusión?

martes, 12 de octubre de 2010

ofrenda

luna – zaragoza – chalabre – perpignan – isenthal - alcoy – torredembarra

domingo, 10 de octubre de 2010

au revoir

Lo observaba de perfil. Su pelo oxigenado y despeinado no impedía que su piel cerúlea brillase -con el menor resquicio de luz- desde su barbilla hasta su nuca, proporcionándole un aura de aspecto lechoso y flácido. Su pequeña nariz se hundía de forma enfermiza a la altura del hueso nasal. A primera vista podría parecer sonriente, pero entre sus caninos superiores y su labio inferior existía esa tensión puntual que trasformaría cualquier expresión en gesto desdeñoso, y su barbilla sobresaliente no hacía sino acentuar este rasgo. Su expresión era torpe y lenta, sus gestos remitían a esa avaricia incapaz de los malos de los cuentos, y su ropa era una exhibición de ignorancia mayor de lo que muchos pudieran soportar.
Su mera existencia desguazaba las bases del humanismo y resultaba un atentado contra la filantropía.

domingo, 3 de octubre de 2010

HB

Con el tiempo aprendió que los trabajos, cómo las frecuencias de audición, se pierden para no recuperarse; que los escritores se emborrachan y no todos escriben sobre ello; que hay subterfugios de tránsito únicamente femenino; que el tempo, la propiedad y la urgencia siempre son relativos; que las cosas que se rompen pueden pegarse, pero nunca vuelven a ser de una pieza; que la escucha no acostumbra a ser reciproca; que en tiempo de crisis, la afinación escasea, si cabe, más que el trabajo; que los caramelos de cayena resultan raros al principio, pero son conceptualmente íntegros; que el equilibrio y la tensión son conceptos antagónicos; que la gente con tres pies era más estable cuando tenía sólo dos; que los pecados son virtudes con mala prensa y algunas cosas más sin demasiada importancia.
34 no se cumplen todos los días, pero los 90 no se superan en todas las vidas. (no es grafito, nunca podría)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

sobre - por - para

Aquel día hasta las bombillas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

noc-noc

Curiosos los efectos del solsticio este año... los días se hacen más largos, pero en la oscuridad...

viernes, 10 de septiembre de 2010

objetivo

Se pregunta si el deseo de ser presa es un sentimiento común a todos los cazadores o sólo una característica dominante en los que ella conoce. Correr desbocado en la naturaleza con la sensación de ser perseguido, sentir cómo la adrenalina recorre el cuerpo con cada disparo, desear que la bala pase tan próxima a la piel que puedas sentir la onda de aire que se desprende a su paso para continuar corriendo, esta vez, mientras una media sonrisa se dibuja en el rostro...
Si así fuese no podría volver a mirar a un cazador del mismo modo. Entre el sadismo y la frustración de un masoquismo patético hay una brecha insalvable.

martes, 7 de septiembre de 2010

shhhh

No te fíes de aquellos cuya profesión es el habla. No saben estar callados (y les gusta la contaminación)...

sábado, 28 de agosto de 2010

( )

«Yo iré detrás también. Vieja soy, pero aun tengo dientes»
El libro de las tierras vírgenes.

jueves, 26 de agosto de 2010

empleo

Solía sentarse en una caja de fruta a esperar y había esperado tanto en aquellas cajas que podía narrar buena parte de su historia a través de aquellos ratos.
La miraba con atención sabiendo que, muy de vez en cuando, aquella mujer le devolvía la mirada con la dispersión propia de quien mira un niño; y aun así ella esperaba atentamente esos momentos para sonreír pretendiendo aparentar la inocencia que debiera tener a su edad. Conocía cada milímetro del suelo de aquel local solamente por ver como ella lo recorría entre renqueos desiguales; deducía el estado de la fruta por la forma en que la cogía para ponerla en la bolsa de sus clientas; sabía de la capacidad de su almacén tan sólo con fijarse en su flequillo y en su ropa y la caja del día se podía leer de forma rigurosa en su mentón, pero lo cierto es que nunca supo nada de ella, ni por que nunca asistía al cumpleaños de sus nietos, ni por que decidía trabajar todos los días de año -mañana y tarde-, ni por que nunca se jubiló.
Aquel local es hoy un locutorio. No ha cambiado tanto.

martes, 10 de agosto de 2010

bis


Había llegado incluso a cambiarle el sueño.
Que tenían mala relación era un hecho más que constatado, pero ahora la cosa estaba pasando de castaño oscuro. 
Su actitud parasitaria la sacaba de quicio, era descuidado, descortés y egoísta, entraba y salía a su antojo en casa ajena y lo peor para ella era que tenía unos horarios insostenibles y dedicaba toda la noche a gritar de esa forma que solo ellos saben hacer, moviéndose nervioso y con dudoso sigilo de un lado a otro de la casa.
Siempre escondido, siempre pegado a la pared, siempre en las dobleces, en los agujeros mas oscuros escarbando una nueva salida...
La simple idea de pensar en su rostro la crispaba enormemente, recordar la imposición de su compañía aguaba cualquier momento agradable. El final de la historia estaba claro, quizá el no lo sabía, pero ella tenía experiencia en esas lides.
Lo de la boca... no sirve sólo para el pez.

sábado, 7 de agosto de 2010

cordar

Hoy, inmersa en el final, se ha puesto a recordar el inicio. 
Manos agitándose y un bache que en aquel momento le pareció que nunca volvería a hacerla tambalearse. Una ranchera cargada hasta los topes (sobretodo de recuerdos) cruzaba el puente de la Unión dejando atrás un skyline de sobra conocido y alguna cosa que se movía dentro de él. Le hubiese gustado que Springsteen pusiese la banda sonora de ese momento -eso le permitiría recordarlo con más ternura y sobre todo con más dignidad, y quizá incluso al hacerlo mostraría esas arruguitas que parten del rabillo del ojo cuando se sonríe sinceramente- pero lo cierto es que sonaba La oreja de Van Gogh y en aquel momento no le importó demasiado.
Ese, el primer trayecto, fue muy largo y aquel coche pasó la noche en un depósito de la grúa municipal. Acaba de recordar que la necesidad de olvidar es lo único que siempre olvida.

lunes, 26 de julio de 2010

sábado, 24 de julio de 2010

bienvenida

Llevaba un pantalón estampado y una chaqueta de tweed que conjuntaba a la perfección con el vestido de la recepcionista. Al entrar al local, la maleta que arrastraba se quedó enganchada en la moqueta que cubría el suelo (hubiese preferido no reparar en aquella moqueta) y su respuesta en forma de ladrido no pudo ser más contundente.
Aquel tipo le resultaba fantasmagórico; un a medio camino entre la viva imagen del maníaco suicida standard y un estrella de rock que, en sus horas bajas, se aferra a la construcción de un ser histríonico como tabla de salvación. Pelo rubio platino engominado, mejillas hundidas que dejan a la vista unos huesos malares excesivamente redondeados, expresión desencajada y tics nerviosos doquier.
Ella se acercó titubeando e intentando disimular el temblor de sus piernas, pero el verdadero terror no le llegó hasta mirarlo a los ojos. En su mirada azul profundo de ese que evoca el mar sólo pudo ver la condena al naufragio.

lunes, 12 de julio de 2010

rojo



Todo el mundo grita pero si todos gritan y todos gritan lo mismo ¿para que gritar? no queda nadie que no lo sepa.

Nunca antes este color tuvo connotaciones tan nefastas. Siempre y en todo hay quien hace a pelo y a lana...

viernes, 9 de julio de 2010

menaje


hasta su taza sabía que estaba en lo cierto...

domingo, 4 de julio de 2010

ser pertinente

Llamó a la puerta y entró en la habitación.
El acto de hablar desde la cama, considera, siempre ha tenido extrañas connotaciones, pero en este caso el significado denotativo era de una potencia tan extraordinaria que dificilmente sería superado. Junto a la ventana una figura yacente gritaba aclamando la maternidad en cualquiera de sus formas. La voz estomacal de aquella mujer se colaba hasta lo más profundo de los huesos de quienes escuchaban y eran muchos, ya que cada uno de sus gritos recorría el interminable pasillo que conducía al mostrador de control; y su voz no superaba ni por asomo la intensidad de la mirada que lanzaba desde unos ojos caídos, cansados y prácticamente sin pestañas.
Cuan lamentable le resulta esta segunda infancia a la que se ven avocados los humanos que no saben ver la pertinencia de la muerte.

viernes, 2 de julio de 2010

contusión

Hoy ha vuelto a casa.
No se trata de volver a la ciudad en la que nació ni de ver a su familia. No va de reencontrarse con amigos de la infancia, ni de ver los paisajes que le resultaban habituales hace algunos años, ni de volver a dormir en una cama “de 90”. No se trata del acento, ni del idioma, ni del ritmo de la circulación (ni la suya, ni la de la ciudad). Tampoco es la comida casera, ni la luz grisácea, ni el sonido de los gallos de buena mañana. Todo esto sucede, pero sólo el olor a yodo le permite volver a casa.

lunes, 28 de junio de 2010

balance

Se está despidiendo de los espacios.
Camina por entre las marcas que conducen a la salida de emergencia, pero lo hace lentamente y en dirección contraria hasta dar contra la pared. Mira de un lado al otro recordando escenas, personas, pensamientos, frases, silencios (especialmente silencios), risas, carreras y algún que otro llanto que aunque no fuese propio, lo vivió con la misma intensidad e idéntico sentimiento de injusticia.
Se sienta a escuchar a las palomas siendo consciente de todas las ocasiones en las que las ha oído madrugar en los últimos tres años. El sonido de las palomas, de hecho, huele a café (o a té con limón en su defecto).
Repasa con su mano unas paredes que tienen orografía propia, y biología también. Entorna los ojos al pasar frente a las cristaleras ofendida por un rayo prematuro que explora por delante de los demás. Sale por la puerta cargada de objetos pero con una extraña sensación de levitar absolutamente desconocida.
No deja de sorprenderle el afecto que se puede llegar a establecer con un lugar tan poco grato. Hace tiempo que no cree en la posibilidad de que la tierra cambie su eje de rotación dos días a la semana y tiene claro que ese ya no es su lugar, pero aún así (y quizás la víspera de esos dos días sea crucial en ello) sabe de la deuda contraída con quien la vio nacer.
Ha de volver pero la despedida ya se ha llevado a cabo.

jueves, 24 de junio de 2010

. de partida

En los últimos tiempos los pinchos han crecido en exceso (todo lo subjetivo de resultar grande ha crecido excesivamente).
Lo que antes eran pequeñas púas se han tornado grandes estacas tubulares de una resistencia asombrosa, dónde hace un par de años sólo había seis chitos ahora crecen más de doce, el sol que tanto le gustaba ahora seca el agua que guarda en su interior hasta hacerla tornarse de un amarillo muy verdoso.
Ni la maceta es más pequeña, ni tiene menos tierra, ni el sol pega más fuerte ni más directo, y aunque la situación no es explicable del todo, el hecho es que ya no acumula agua, crece oprimida contra las paredes de terracota y las púas son cada vez más amenazadoras, especialmente para ella...
no tiene problemas, sólo necesita que la trasplanten.

sábado, 19 de junio de 2010

miércoles, 16 de junio de 2010

calificar

Acción de determinar las cualidades de alguien, a veces, cómo en esta ocasión, de uno mismo.
Se pregunta si de verdad esto es una razón para velar el sueño. Tiene claro que la respuesta es negativa ya que calificar y recalificar han devenido acciones banales más aun cuando dichas cualidades han de traducirse en cifras de representación ridícula o lo que es peor, en palabras de significado ambiguo que tienen pretensión de hablar desde la complacencia (traducibles todas ellas en forma numérica). 
La «nota», la calificación siempre fue un medio, no un fin, incluirla en un ejercicio final acostumbra a denotar mal gusto. Llevarla más allá del trámite administrativo es prácticamente un falta de respeto al trabajo realizado (aunque cabe determinar también si dicho respeto existió alguna vez).

jueves, 10 de junio de 2010

al cuello

Hace tiempo que no me dice nada salvo que esta muy ocupada en otros menesteres.
Precisamente porque sabe que el ejercicio a realizar es meramente de elección no sabe ponerle fin y deja pasar el día haciendo piruetas mentales que no conducen a ningún sitio. El resultado siempre parece quedar incompleto...
Es la muerte por simplicidad.

jueves, 27 de mayo de 2010

miau

Encajo su vista en la diminuta rendija que quedaba en la jamba de la puerta y entornó los ojos para ver con mayor claridad.
La estancia que había al otro lado era amplia y luminosa. Tenía las paredes de papel pintado de un ocre terroso muy desagradable y el suelo de madera barnizada. Los muebles, de mimbre lacado en blanco, estaban tapizados con un tejido anaranjado tan desgastado por el sol y por la luz, que había comenzado a trasparentarse y el entramado de los hilos ya era más que visible (incluso en la distancia desde donde ella lo observaba). Había plantas por todas partes; plantas de esas que no dan flores pero son de un verde intenso que haría parecer alegre cualquier estancia, aunque estaban tremendamente descuidadas y hacía tiempo que no lucían de ese color. La estantería estaba llena de libros, y desde la balda más elevada una muñeca de pálida tez, parecía devolverle la mirada con su ojo izquierdo mientras el derecho (ambos eran de cristal) quedaba cegado y proyectaba un topito de luz sobre la puerta (aunque esto ella no lo sabía, ya que por prudencia, permanecía al otro lado). Parecía la sala de estar de una de esos apartamentos de la costa californiana en los que el salitre levanta la pintura de las paredes exteriores, pero ella estaba muy lejos de la costa, más aun de California y aquel lugar, por alguna razón que todavía le era incógnita, invitaba poco a permanecer en el, era más bien (y a pesar de su aspecto) un lugar de paso.
Entre toda esta observación, bastó el sigiloso acercamiento de un gato chatreux para asustarla hasta el punto de cortarle la respiración.

domingo, 23 de mayo de 2010

cactoo

Se adapta a cualquier situación; acumula provisiones para los momentos de escasez; arrastra la fama de vivir a la defensiva, pero nunca ha atacado a nadie que no hubiese invadido su espacio vital y sobre todo trabaja, para en ocasiones como hoy mostrar por fin una esplendorosa flor que ha cultivado durante 365 días y que dejará morir en menos de 24 horas. A ella, como al cactus el trabajo le merece la pena.

jueves, 20 de mayo de 2010

perlas


Hacía algún tiempo que pensaba en la formación de las perlas y últimamente parecía como si alguien se hubiese empeñado en recordárselo hasta la saciedad. La narración omnisciente de esta historia, le parecía carente de interés y de una pretensión bucólica que le producía el más profundo de los rechazos.
Un grano de arena que se introduce fortuitamente en un animal bivalvo que segrega nácar hasta cubrirlo formando una apreciada joya. Tiene claro que es una historia de corte disney, en la que se omite que el grano ha sido engordado a base de revestirlo de algo que le resulta ajeno y la ostra que permitió y fomentó arduamente la formación de un cuerpo en su interior acabará siendo forzada para la extracción de la joya. La miseria y la riqueza acostumbran a prodigarse por los mismos relatos.
Tampoco le pasa por alto que, las que en un ejercicio eufemístico son denominadas perlas «naturales», resultan ser en un porcentaje altísimo perlas cultivadas. ¡Ay de aquellos que se dedican a introducir a la fuerza micro esferas de nacar en las ostras! U obtienen joyas perfectas u ostras rebotadas.

martes, 18 de mayo de 2010

ida y vuelta

«El que sólo busca la salida no entiende el laberinto. Aunque diese con ella y lograse salir, lo haría sin haberlo comprendido»
José Bergamín

Estaba fascinada. La energía ajena invertida en según que actividades se le contagiaba a una velocidad pasmosa y, aunque miraba con recelo a la práctica totalidad de los parlantes (lo hacía con mucho más motivo con aquellos que no hablaban) y no compartía un enorme porcentaje de lo escuchado, aquel círculo de personas suscitaba en ella una curiosidad que no le resultaba extraña, pero ya comenzaba a dar por perdida. El descaro le parece una actitud poco aconsejable pero tremendamente atractiva y lamenta que sea un rasgo tintado de cerrazón (en ocasiones convencional) y abocado a la falta de respeto.
Esta situación le permitía además deleitarse contemplando los las maniobras de la mente humana cual coreografía enmarcada en la más depurada de las disciplinas de la danza. Ya le habían advertido que desplazar la mirada era una forma de resituación y aunque en el fondo era algo que tenía relativamente integrado, nunca hasta hoy había sido tan consciente de ello. Por alguna razón que sólo ella conoce (aunque yo crea que es intuible) le han entrado repentinas ganas de ponerse a escribir.

jueves, 6 de mayo de 2010

había caído el telón, fin del acto comunicativo


No lo entiende. No puede explicarse cómo ha llegado a producirse, y siente que la situación tiende a agravarse sin que pueda evitarlo.
Le parece que fue un comentario fuera de tono y de lugar, y a ratos incluso se consuela pensando en la falta de elegancia que comporta un enunciado de esas características, pero eso es solo una forma de consuelo y siempre acaba por volver al desconcierto inicial, que la lleva a interrogarse sobre cual es la reacción más pertinente ahora.
¿Se puede vivir ajeno a los feedbacks recibidos? ¿Es sano?
Tiene claro que la comunicación se basa en un esquema que ahora está quebrado, omitirlo le ayudaría a recomponer su ego herido, pero es evidente que no es la solución más adecuada. Ha comprendido que en efecto «todos los caminos llevan a Roma», pero ya ha visto el coliseo, ha paseado por el barrio judío, la pizza empieza a resultarle pesada, el tour por las escenas de Fellini no está mal en inicio, pero ya conoce esos lugares mejor que el propio director y la propuesta de instalarse en la Piazza Navona le resulta del todo excesiva. No hay capacidad de agencia porque todos los caminos acaban allí, pero anhela el norte cada vez con más urgencia.
Lo que más lamenta es que su protagonismo no demandado acabó por teñir lo colectivo de individualidad. Con el trabajo no se juega.

domingo, 2 de mayo de 2010

exceso

Más es siempre más, pero no siempre el exceso es positivo. También el condenado a muerte cena de forma opulenta la noche previa a su ejecución.

viernes, 23 de abril de 2010

mazmorras

La dejó planchada y ahora no puede dormir.
Solía cultivar (y le consuela continuar haciéndolo) un espíritu crítico de base, que se planteaba más como una forma de vida que como un devenir o un rasgo de su personalidad. Se podría decir que disfruta con ello.
Eso sí, tiene puntos débiles, elementos intocables, arranques de proteccionismo ciego sustentados en los resquicios de un histrionismo galopante que le ayuda a sobrellevar (sobretodo) su vida laboral. Todavía no comprende cómo se vio haciendo apología (poco fundamentada) de los sentidos, denotando un racismo poco explícito que no supo solventar y asintiendo con el ceño fruncido cómo si tuviese razón en algo de aquello que exponía. Si cortar flores le parece una acción detestable!
La verdad es que si la princesa estaba o no conforme con el dragón le preocupa poco. ¿Acaso la princesa se preocupó en algún momento de merecer la trascendencia que se le ha dado?

«Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre. El fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido»
Paul Valéry

martes, 20 de abril de 2010

frenar


«Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable»
Oscar Wilde

domingo, 18 de abril de 2010

Blancanieves ya lo sabe

«Sus labios son como las rosas, su cabello como el azabache, y su piel como la nieve que reposa»

Hubiese preferido no verla, pero para eso ya es tarde.
Alertada por el ruido de sus tacones de aguja impactando contra las baldosas de terrazo se giró. Blancanieves llevaba puesto un blazer negro que vestía con cierta artificialidad, pero le daba una prestancia que pocas personas logran con esa prenda; sus piernas se movían holgadas en unos pantalones de pitillo de las talla 34 en los que en otro tiempo no hubiese creído caber y de su antebrazo colgaba un bolso verde manzana, de corte deportivo pero cubierto de lentejuelas que brillaban reflectando la luz que entraba por la cristalera del fondo de la sala de espera. Tenía aspecto de cansada, y seguramente hacía un par de días que no se duchaba, pero aun así conservaba el esplendor que la había caracterizado siempre.
A pesar de que hacía mucho de su último encuentro se han reconocido al instante. Hay caras que nunca se olvidan, y ambas, por suerte o por desgracia, tenían una de esas.
Han charlado durante largo rato (tal vez no ha sido tan largo, pero a ambas se lo ha parecido) de heridas de guerra, de tatuajes pasajeros que resurgen en la piel de forma periódica, de añoranzas, de delirios, de soluciones drásticas y de personas non gratas.
Sólo una pregunta queda todavía en el aire: ¿que es lo que Blancanieves hizo para que aquel emisario acabase entregando el corazón de un jabalí en lugar del suyo?

domingo, 11 de abril de 2010

jueves, 8 de abril de 2010

sobrexpuesta

En los últimos años había pasado largos ratos observando, cómodamente sentada, a personas que transitoriamente recorrían (habitualmente de forma circular) una estancia de pequeñas dimensiones.
De vez en cuando la visitaba alguien conocido y este acostumbraba a ser un momento algo más agradable, pero ni siquiera era siempre así. Tal era la falta de de interés que comportaba la tarea que desempeñaba, que había comenzado (seguramente en un intento de alcanzar alguna emoción) a imaginar dicha estancia como una pintura en movimiento.
Se encandilaba con el desplazamiento de los pies de los visitantes, y había descubierto un extraño atractivo en el efecto espejado que resultaba al unir un suelo pavimentado con baldosas de color ocre escasamente pulidas y una iluminación direccional que le resultaba extremadamente molesta en las paredes. Había registrado en algún lugar de su cerebro cada uno de los elementos que, trasportados por los transeúntes, habían llegado a la sala para ser considerados suciedad.
De tant en tant le parecía escuchar aplausos y pájaros, y también la risa de unos niños, pero no tardaba en descubrir que todo aquello formaba parte de un simulacro que encandilaba a aquellos que no permanecían demasiado tiempo allí.
Todas aquellas imágenes la acompañaban allí a donde fuese. Hoy, al llegar a casa un slogan ha aparecido con asombrosa nitidez en su cabeza:
Una ciudad, un mapa, cuatro vértices, cuatro personas. Tras un segundo paralizada ha dejado las llaves sobre la repisa, ha colgado su chaleco y se ha quedado dormida en el sofá.

martes, 6 de abril de 2010

Inter vivos

Hacía tanto tiempo que había leído a los clásicos, que cada vez que decidía retomar uno le parecía como si fuese nuevo. Le encanta citar y es consciente de que se le nota, como se le nota la expresión de odio que se le dibuja cuando escucha a su alrededor una pregunta discordante: «Orsonqué?». Los orificios nasales se le inflan, el parpado izquierdo cae levemente y comienza a temblar, la ceja derecha se alza, aprieta los dientes y pega la lengua al paladar, los pómulos se le marcan ligeramente, y el labio inferior sobresale una pizca más de lo normal a causa de que encoje la barbilla, mostrando (es la única ocasión en la que lo hace) un hoyuelo exactamente igual que el de su padre.
El hoyuelo no es lo único que tiene por herencia paterna. Aunque nunca lo reconozca, porque no suena bien, también el estado de alteración frente una evidencia de ignorancia vital, lo ha copiado de papa.

viernes, 2 de abril de 2010

en compañía

Hacía algunos años que Alicia la visitaba con cierta frecuencia. Venía a recordarle historias que le contó cuando era niña, fragmentos de viajes maravillosos que acostumbraban a tener un componente introspectivo, que aunque no era manifiesto, no podía ser más explícito.
Hoy se han encontrado en la calle Bismarck pera tomar el té (el té es una de sus obsesiones más notables) y Alicia, con esa voz dulce pero cargada de experiencia que la caracteriza y  con palabras que le resultaban del todo familiares, le ha descrito aquel día en que vio como el sendero que se extendía ante sus ojos comenzaba a desaparecer y paralizada por la angustia no se dio cuenta de que dicho sendero también decrecía a sus espaldas quedando parada en medio de ninguna parte.
A Alicia la salvó un exceso de moralina, pero a ella las facultades espirituales le son del todo ajenas.

domingo, 21 de marzo de 2010

posición

Había llegado el momento de que hiciese formalmente una declaración de intenciones. Quienes la rodeaban, se dividían entre los que ya la tenían y la exhibían de forma prolífica y con orgullo, y aquellos que a pesar de no tenerla, no parecía suponerles un problema conseguir una. Ella sin embargo, está preocupada. No sabe muy bien por qué, pero todo lo que le cuentan le suena a excesivamente trascendental. Es por esto que no le interesa, pero tampoco deja de interesarle y en ningún caso descarta intentarlo.
La estructura en la que sostenía sus pensamientos y conjeturas tiene cada vez más grietas, pero abandonar las tres cosas (estructura, pensamientos y conjeturas) comienza a darle igual. Tiene claro que está de mudanza.

miércoles, 17 de marzo de 2010

des-fer

Este es uno de esos e-mails que podrían no enviarse, y aún diría más, es uno de esos que solo se envían porque las sonrisas, aunque baratas son escasas...

Hola chicas y Joan,

Esta mañana, justo al levantarme, una canción ha aparecido nítidamente en mi cabeza, la he tarareado en la ducha, y la he escuchado durante el desayuno... ahora no se bien si se trataba de un acto premonitorio o más bien de una nube gafe que me ha sobrevolado a lo largo de todo el día.

La canción era una clásico de Donatella Rettore y, por otro lado, una melodía del todo inusual en mi.

Hores d'ara la propongo como banda sonora de la exposición, esperando que en algunos años, al intuirla en el hilo musical de unos grandes almacenes, sonriamos recordando lo pánfilos que éramos.

Dammi una lametta che me taglio le vene...

lunes, 15 de marzo de 2010

re:

Estaba preocupada e inquieta. Creía y quería creer a su amiga cuando le decía que fuera de aquel lugar nadie le conocía, y mucho menos tenía en cuenta sus opiniones y criterios. Ella la animaba recordándole que los proyectos de vida son carreras de fondo, y que el tiempo podía acabar jugando a su favor, que conocía bien la estructura y que sabiendo la situación de las grietas que la hacen precaria podía acabar invirtiendo los roles en la trama. Aquello era cierto, pero en el fondo ambas sabían que aquello tenía más de utopía que de realidad.

lunes, 8 de marzo de 2010

mesa para dos

Si piensas lo que pienso que estás pensando, ni tan siquiera lo pienses.
nivel 13

domingo, 7 de marzo de 2010

el primer cromo del álbum

Hacía algunas semanas que pensaba en recuperar una figura que le parecía, cuando menos, entrañable. Había escuchado el compte corrent de Joan Barril durante algo más de un año, cada día, justo antes de ir a dormir, y ese acto había despertado en ella una inocencia que había perdido no sabía cuándo o dónde y que poco tenía que ver con las historias que Barril contaba.

Hace unas horas ha pasado a recoger a una amiga por la residencia en la que vive temporalmente. Allí, en una biblioteca que más parece comedor, ha ojeado los lomos de unos libros cuya utilidad parecía haber sido reducida a la función de ejercer peso (en el sentido más literal) sobre materiales diversos a fin de aplanarlos, ha tomado uno firmado por Joan Barril y lo ha metido discretamente (con toda la discreción que su inexperiencia en estas lides le permite) en su bolso. Ha salido de la residencia con su amiga y han ido a cenar.

Durante el postre le ha confesado el hallazgo y la travesura y juntas han descubierto que se trata del diario correspondiente al año en que ambas nacieron.

Inmediatamente ha buscado una fecha: 1/11/1987. A estas alturas para quienes la conocen, la pregunta que se hacía es obvia: ¿que pensaba Joan Barril el día que yo nací?

La respuesta es un tortazo al ego que la había dominado, pues excepcionalmente el diario se volvía semanario, y los días trascurridos entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre no fueron registrados. Al menos al día 13 de octubre (día en que su acompañante nacía) si le corresponde un relato que, como es habitual en Barril es capaz de hacer que la poética y la política sean una misma cosa que nadie dudaría en llamar literatura.

viernes, 5 de marzo de 2010

la mirada escultórica de Gustav Klimt

"Cuando una cosa merece la pena, incluso merece la pena hacerla mal"
Gilbert Keith 

martes, 2 de marzo de 2010

El día en que la fe y el sexto pecado decidieron repartirse las tareas...

La cabeza no paraba de darle vueltas. Llevaba unos días haciéndose preguntas cuya respuesta solo conocería a través del tiempo, y era consciente de ello. Sabía que era el momento de tomar decisiones, que se enfrentaba a un ahora o nunca y que estas situaciones a menudo habían desembocado en un enunciado condicional. Todo esto hacia que le doliesen las cervicales y que en los últimos meses un peso fuese acumulándose sobre sus hombros descendiendo lentamente por su brazo derecho hasta la mano en épocas de intenso trabajo. La desesperanza era en su caso, lo único capaz de aliviarla.
Preocuparse no merece la pena, bastó con despertar en ella una envidia que permanecía aletargada en su interior para que comenzase a moverse. Ahora ha empezado a escribir un blog que difícilmente llegará a ser lo que es aquel que la incitó a escribirlo, pero este hecho no la apena. Ella siempre prefirió ser lectora.
Dicen que la fe mueve montañas, pero solo la envidia es capaz de mover personas.