martes, 6 de abril de 2010

Inter vivos

Hacía tanto tiempo que había leído a los clásicos, que cada vez que decidía retomar uno le parecía como si fuese nuevo. Le encanta citar y es consciente de que se le nota, como se le nota la expresión de odio que se le dibuja cuando escucha a su alrededor una pregunta discordante: «Orsonqué?». Los orificios nasales se le inflan, el parpado izquierdo cae levemente y comienza a temblar, la ceja derecha se alza, aprieta los dientes y pega la lengua al paladar, los pómulos se le marcan ligeramente, y el labio inferior sobresale una pizca más de lo normal a causa de que encoje la barbilla, mostrando (es la única ocasión en la que lo hace) un hoyuelo exactamente igual que el de su padre.
El hoyuelo no es lo único que tiene por herencia paterna. Aunque nunca lo reconozca, porque no suena bien, también el estado de alteración frente una evidencia de ignorancia vital, lo ha copiado de papa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario