viernes, 26 de noviembre de 2010

55

Su marido era un hombre tremendamente apuesto, rubio, con los ojos oscuros, alto y fuerte, pero ahora es viuda.
Su hija era muy inteligente y muy parecida a su padre, pero hace mucho tiempo que no la ve.
Ella era artista, con una cara preciosa, y aunque insiste en la idea de que todavía se conserva de que de joven era igualita a la Montiel, lo que está claro es que Sara y ella evolucionan en la misma dirección.
Al margen de esto tiene una vida agradable, hace la compra, sale a pasear, mira a la gente... Los oscuritos no le gustan. No es que tenga nada en contra de ellos, es sólo que huelen mal.