martes, 23 de noviembre de 2010

para Elisa

En días como hoy se prepara, y justo antes de salir, frente al espejo ondulado del recibidor se acuerda de ella; y con ella de los sacacorchos, de los bocadillos, de los gases nobles, de los totems, de la levedad de la percepción sobre la calidez de las personas, de los abrazos, de las despedidas, de los consejos, de la natación, de la alimentación y de un golden retriever más amable en el recuerdo que en la realidad.
Sonríe, da marcha atrás en el pasillo, entra en la habitación y rebusca en el fondo del armario la camiseta verde abotonada, se la pone; y con la misma sonrisa rehace el camino. Sale de casa sin ninguna melodía en mente.